En relación del apoyo social podemos entenderlas como la red social como el de la familia la cual va ser de vital importancia para el paciente.  Al respecto, la falta de apoyo se relaciona con la aparición de enfermedades físicas (Berkman y Syme, 1979; House et al, 1982; Schwarzer y Leppin, 1992). También se ha relacionado la carencia de apoyo con la aparición de enfermedades mentales, como la depresión, la neurosis, se ha visto como las personas que sufren trastornos de esta índole poseen redes sociales pequeñas, menos intercambios de recursos y relaciones no recíprocas (Henderson, 1992; Linn, 1986).


El acceso de relaciones sociales positivas se ha asociado a bienestar psicológico y ausencia de depresión
Garrido y Alvaro (1993) indican la incidencia del apoyo social con el menor estrés en jóvenes con desempleo o cuando están en proceso de búsqueda de trabajo en el mercado laboral. Además donde más estudios están desarrollándose es en el campo de la tercera edad, donde la pérdida de las relaciones sociales está relacionada con la índices de mayor inactividad y un aceleramiento progresivo de los síntomas de envejecimiento por tanto una menor calidad de vida. Las personas que pierden un ser querido y no tienen apoyo social muestran empeoramiento e incluso pueden llegar a la muerte (Stroebe et al, 1982).


Existe una relación positiva entre el apoyo social y la salud física ( menor incidencia de enfermedades, menos complicaciones en el embarazo, menor número de ataques de asma,…)
El apoyo social modera los efectos del estrés laboral y el desempleo ( Alvaro y Garrido, 1993).


El aislamiento social se ha identificado como un factor de riesgo del maltrato infantil y de la retirada del menor del hogar.
Poseer una red social positiva es un buen predictor del éxito de la integración comunitaria que otros tratamientos para pacientes mentales.
Las personas que han perdido a su pareja superan mejor la situación de pérdida si poseen una red social compuesta de personas que han sido capaces de superar su pérdida.
Las personas de la tercera edad sin apoyo social utilizan más los servicios formales, disminuye el bienestar personal y tienden a institucionalizarse en mayor medida.
Gottlieb (1988) describe cómo las intervenciones basadas en el apoyo social han tenido tanto auge en la última década las razones que enumera se describen a continuación:


Los efectos positivos que el apoyo social tiene sobre la salud y el bienestar
Movilizan recursos informales promoviendo la participación
Promueven la validez ecológica y resultan más accesibles
Están indicadas para una amplia gama de problemas sociales y factores de riesgo físico
Aumenta la capacidad de afrontar situaciones de estrés, aumenta la autoresponsabilización y competencias personales.
Reciben este tipo de apoyo no sólo las personas directamente implicadas sino que afecta positivamente a las personas relacionadas con ellas( cuidadores, familiares, etc).


Los recursos sociales del entorno natural pueden desempeñar un rol fundamental en el logro de los objetivos de la intervención, dando cuenta de la influencia que sobre la salud y bienestar posee dicha variable.
El concepto de salud en la actualidad implica tanto lo preventivo como lo curativo, aplicándose cada vez más el grupo a la prevención.
Se utilizan técnicas grupales para la incidencia sobre hábitos de riesgo mediante cambio de actitudes, modificación del comportamiento ante la enfermedad, etc. Así, actuaciones grupales sobre el alcoholismo, drogas, tabaquismo cumplen también una función preventiva de disfunciones orgánicas importantes, como puedan ser enfermedad crónica, úlceras, alteraciones neurológicas, cáncer, y su incidencia social traducida en absentismo laboral, violencia familiar, delincuencia, etc.


La influencia interpersonal proporciona ayuda mutua y modelos positivos de comportamiento
En la función de prevención directa, las aplicaciones grupales se dirigen a mejorar los diversos niveles del sistema sanitario, como las actitudes ante el parto, pre y post cirugía, actitudes ante la muerte, reorientación ante la larga enfermedad, rehabilitación, apoyo familiar.
Las intervenciones grupales cumplen una importante función de adaptación psicosocial para personas que por cuestiones de salud sufren cambios vitales ( mastectomías, laringeotomías, cardiopatías, síndromes neurológicos). En ellos, la problemática es compartida, los procesos de influencia social se potencian al máximo y la influencia interpersonal proporciona ayuda mutua y modelos positivos de comportamiento.


Bibliografia:
Raggio, S, (2007).Grupos de autoayuda y de ayuda mutua: Camino compartido hacia el bienestar. Buenos Aires: Lugar.