Dr. Alvaro silva
Fracaso en una relación de pareja
Porque fracasa una relación de pareja
Las relaciones de pareja están dando en cada momento giros que desencajan a sus miembros, la mujer se desliga del rol clásico de sometimiento al hombre, elije sus momentos de ocio, lugares de esparcimiento, amistades, estilo de vida, y si desea tener un encuentro amoroso lo concreta en las mismas condiciones que el hombre, antes socialmente vetadas.
Las iniciativas tomadas por el sexo femenino son muy variadas desde lo personal, social, afectivo, sexual, laboral, maternidad, etc. La estructura asimétrica sometedor-sometido se diluye, convirtiéndose en una relación simétrica que descoloca al hombre al no encontrar un espacio donde encajar con el rol clásico de sometedor.
Es frecuente observar ahora en distintas partes del Perú, que un grupo de mujeres se reúne para celebrar un acontecimiento sin la presencia de un hombre. El machismo en el Perú, se está cayendo y el hombre se desequilibra al no encontrar ahora a una doncella a quien salvar ni a quien defender. Lo que genera un conjunto de inseguridades en el hombre contemporáneo, donde las enseñanzas tradicionales de la infancia quedan desligadas en el tiempo.
Quedan algunos retazos de relaciones machistas y asimétricas que se observan en las relaciones de violencia en la pareja y familia, donde el hombre ante la pérdida de poder del dialogo y de otras áreas recurre a la coerción por la violencia, así también se han incrementado las separaciones de pareja por mujeres que ya no toleran el maltrato, la historia de los abuelos que seguían juntos hasta el fin de los días se diluye en el tiempo de las historias, donde ahora se reconstruyen historias donde la pareja se junta en busca de una relación simétrica y con una estructura de poder fluctuante, la dirección de la poder cambia por intervalos entre los miembros y ya no es parte ni potestad del hombre, si no de ambos miembros. “la pareja para sobrevivir en estos momentos tiene que aprender a compartir el poder en la relación, y esta no puede quedar en un solo y único miembro, si no en ambos”. La familia Ingalls, solo existe en la pantalla del TV. La responsabilidad del éxito de la relación de pareja y familia es ahora parte de los dos, y el éxito de la pareja y la familia no es deber de la mujer. En un dialogo con una joven sobre los cambios del amor señalo un elemento del discurso del enamorado indignado: “no sabes las cosas extraordinarias que una enamorada hace y sorprende a su enamorado”. Escena que generan desequilibrio y muy probable separación.
Encontramos a un hombre que tiene que aprender a convivir con la mujer que gana más en un trabajo que un hombre, que ejerce roles de liderazgo, encontramos un hombre va perdiendo poder, y el hombre debe de evitar el colapsar ante la pérdida del control.
Citando otro caso de una joven, ejecutiva de una empresa exitosa con un salario que doblaba el ingreso promedio de su pareja masculina. Este busca sabotear el desarrollo profesional de ella, atacando el narcisismo sano de la misma, acusándola de los errores en la relación, mostrando celos por el desarrollo de la misma. Es cuando nos preguntamos:
¿Qué está sucediendo con el desempeño exitoso de la mujer y el impacto en el sexo masculino?
Le cuesta trabajo la no aceptación de los nuevos roles de la pareja.
En otra caso, encontramos que la relación comienza a caerse por el deseo del hombre de querer ejercer un control en las prendas de vestir de la pareja, “el prohibir que use tacos y minifaldas” señalando que será observada por otros y que no le gusta aquello, se vislumbra un sentimiento de inseguridad masculina en otra etapa mucho más cotidiana y domestica
La crisis se incrementan actualmente en la pareja, muchos por los cambios de roles tradicionales, la propia inseguridad masculina, se consolida como uno de los actores principales y más frecuentes en la inestabilidad de la relación de pareja.