Los efectos de la separación en la pareja
Las parejas se separan en muchos casos por común acuerdo, las cosas están “mayormente” definidas, puede existir malestar a un nivel manejable por el asumir que implica. Se procesa y acepta en el transito mismo de la relación y su fin (lo cual no implica que este se haya dado de manera sencilla). Cuando uno de los miembros se resigna, varia el proceso mismo.
El panorama de la separación cuando en la pareja es solo decisión de uno de los miembros, es más complejo y diverso. El sufrimiento en ambos miembros por la despedida como por resentimiento deja una huella emocional, con mayor profundidad a quien se lo comunicaron y no deseaba separarse. Es el sorprenderse de que todo cambia en algunos casos de un día para otro, algunos consultantes refieren fue inesperado, se tenían problemas, pero no se imaginaban tal fin. En estos contextos el desarrollo la perdida. Se dan mecanismos que evitan ver, para evitar verlo venir, como minimizar, racionalizar, negar, etc.
La separación en la pareja implica para ambos miembros malestar en algún nivel, es imposible no sentir, a menos que se padezca de algún cuadro psicopatológico como en el caso de una estructura psicopática. La perdida y separación puede darse como producto de circunstancias o al atravesar situaciones no contemplada que sobrepasan la capacidad de asimilación, la idealización se diluye y en otros casos se degrada a la pareja. Cuando inicia la perdida de interés en el otro, la separación emocional se vislumbra.
Entre las perdidas producto de la separación son varios componentes de la vida personal: como el desconocer al otro, el ingresar al espacio de la desilusión, el proyecto de pareja, de vida como de familia.
La familia extensa propia como la del otro miembros puede verse involurada en la afectacion, los hijos se polarizan y en casos patología de alguno de los miembros se ingresa al plano de la alienación parental, las amistades se pueden dividir y en otros casos marcan una posición de apoyo como de oposición cuando son mutuos de la pareja, las implicancias alcanzan el ámbito de la salud, como el trabajo, no por acción directa necesariamente, si no por el proceso de crisis que se atraviesa producto del proceso mismo. Para algunos miembros de la pareja hablamos de una situación en relación al trauma y su sintomatología, acompañada de crisis de ansiedad, distimia, depresión, dificultad de para dormir como el ingerir alimentos. El estrés es una constante, donde se sobrepasa las propios niveles de tolerancia. Se puede incrementar el nivel de impactos como de roces que generen maltratos y violencia: Desde las ausencias, presiones de tipo económico como un clima hostil entre sus miembros.
El proceso de separase establece un proceso de duelo psicológico, con la presencia de ambos miembros donde afectivamente se acallan algunas emociones. La intervención de terceros puede precipitar el proceso, como el caso de participación de los amigos de alguna de las partes como de la familia,
Ante el riesgo de separación, muchas intervenciones son de emergencia, propias de una crisis, en la que, si se deja mucho tiempo en pendiente, esta se consuma, por diversos motivos. En estos casos los afectados son ambos. En otros casos para disminuir el impacto y procesar la separación como pareja e individuo y sus secuelas. En el proceso de dar apoyo a quien se separa y pierde una relación no hay una formula general a aplicar, la intervención con la pareja o con uno de sus miembros tiene que ser a la medida y muy particular, donde la sugerencia de la sinceridad es básica, con la finalidad de que ambos cierren su proceso mismo y el duelo que conlleva.