La infidelidad clásicamente la concebimos como el acto que se da en una relación triangular, en la que los amantes disfrutan del vínculo temporal.
El miembro de la relación que se siente engañado, siente el más hondo de los dolores por la carga activa depositada en la relación y al encontrarse con una realidad insoportable. Donde la pareja decidió comprometerse. Algunas parejas la consideran una tradición. Al respecto encontramos en los titulares de los diarios y las noticias desenlace fatales. En otros casos la pareja decide cerrar la relación y cada cual tomar un camino diferente y otras parejas optan por buscar ayuda profesional y reconstruida relación.
El proceso de reconstruir una relación va a requerir del compromiso de ambos miembros y no tan sólo. La imagen idealizada del otro, sea diluido. Se ha producido una herida en el narcisismo del que se identifica como víctima y que ama.
Sin embargo, las escenas de la infidelidad, se van a presentar tanto en la fantasía como la realidad. Un ir y venir del amor al odio y viceversa. Que a su vez es desgastante, generando crisis en el proceso de acomodación.
La presencia del otro, se encuentra presente en la relación. Enfrascándose inclusive en un proceso de competencia imaginaria.
Uno de los miembros puede optar por satisfacer los requerimientos del otro, con la ilusión de satisfacer las diversas fantasías en los diversos aspectos de una relación de pareja, con la intención de ser mejor que el otro por quien fue desplazado.
Inés Gutiérrez al respecto menciona que la fantasía de «estar con otro» supone que el partenaire fantaseado (como yo ideal), que imagina cuando le espeta «me voy a buscar a otro» … De esta forma la fantasía funciona como sostén de la creencia de un goce completo y aparecen-a nivel subjetivo-como subterfugio, como huida, que ofrece sujeto que fantasea un alivio transitorio, pero que, porque has fijado en ese plano-el de la fantasía-termina siendo una estrategia para que nada cambie.
Buscar al otro en la fantasía los refiere Inés Gutiérrez es un camino para no enfrentar lo inevitable: hecho que se espera y no llega … Pero tampoco llegará como imagina el partenaire de la fantasía.
La decisión es no decir al respecto y en este sentido se consolida «la pareja del goce», ya que si efectivamente se produjera la separación del otro (su esposo) debería producirse también algo a nivel de la separación del objeto del goce (la pareja de la fantasía). Con algunos matices, podríamos decir lo mismo para él.
La fantasía de infidelidad como lastre
En muchas parejas se observa que la fantasía del infidelidad se convierte en un elemento que va a dificultar su crecimiento y mayor compromiso, llevando a la pareja a situaciones de límite y de malestar, como el de evitar salir a lugares públicos para evitar el fantasma del infidelidad cuando pasa una mujer o un hombre al lado de la pareja, atribuyéndole al otro la cualidad «desde la fantasía» de la acción infiel.
En este sentido, es necesario la exploración en terapia de la historia de la vida afectiva de los miembros de la pareja, y de cómo las diversas relaciones han ido dejando y llevando aspectos de sus vidas. Al respecto algunas parejas mencionan que sus anteriores parejas aprendieron algo y que evitarán o darán algo en una próxima pareja.
Como el buscar reconstruir una nueva relación cuando está todavía están haciendo y desde ya atribuirle características de la fantasía de lo que puede suceder.
En nuestro país una expresión propia del género femenino hacia el masculino es: «todos los hombres están cortados por la misma tijera». Si un experiencia infidelidad, la relación con la nueva pareja tendrán garantizada el sufrimiento.
Desde lado masculino, en nuestro país se puede observar la presencia de parejas que evitan que se utilicen prendas de vestir propias del gusto y la moda. Argumentando que será un foco de atención y de miradas.
¿Acaso no se está en este momento de la fantasía, vislumbrándose el fantasma de la infidelidad?
Bibliografia:
Lydynia de Moscona, S. et al. (2007).Infidelidades en la pareja, Amor, fantasmas, verdades secretos. Buenos Aires: Lugar.