El yo sexual de la pareja

«Cuando tenía treinta años, Julia conoció a un hombre maravilloso. Sam la trataba con respeto, se preocupaba por ella y saltaba a la vista que la amaba. Y ella lo amaba a él.  Además, ambos compartían una vida sexual magnifica. Pero entonces empezó a ocurrir algo inquietante mientras tenían relaciones sexuales:
Por alguna razón, a veces cuando estábamos haciendo el amor, de pronto, empiezo a llorar desconsoladamente, como si me fuera a partir el corazón.  Entonces  la lubricación desaparece y deja de resultarme placentero, y lo interrumpimos justo cuando está a medias… Sea cual sea la razón, no tiene nada que ver con Sam. Él es muy comprensivo, pero le hiere. Yo me siento muy mal por lo que me pasa. No sé por qué me ocurre: es la primera vez que siento feliz en muchísimo tiempo. Quiero a Sam. No sé por qué rompo a llorar precisamente ahora, que me siento tan segura y a salvo con él.
Al igual que Julia, la mayor parte del tiempo damos por sentado saber quiénes somos sexualmente. Parece obvio: somos homosexuales o hetero o bisexuales; nos sentimos atraídos hacia personas que son extrovertidas o más reservadas; las preferimos rubias o morenas; nos gusta hacer cosas en la cama y no otras. Es así de sencillo, pensamos. Sólo cuando las cosas van inexplicablemente mal, como le ocurrió a julia, nos damos cuenta de que quizás haya algo más en nuestra sexualidad de lo que sabemos.
Esa es la señal  de que necesitamos explorar nuestra sexualidad con más detenimiento. La clave primordial para ser sexualmente inteligente es conocer y aceptar el Yo  sexual secreto, ¿Por qué lo denominamos “secreto”? Porque es una parte de nuestro Yo que no conocemos profundamente. A pesar de que la cultura popular nos ha estado diciendo desde hace más de tres décadas  que el sexo es divertido y liberador, nadie nos  ha dicho que  nunca que el sexo es extremadamente individual. Debido a nuestra incomodidad y la de la sociedad con respecto del sexo, nunca se nos ha alentado a una mirada  introspectiva hacia nuestros deseos, a localizar la   brújula que nos señala la dirección de lo que realmente queremos sexualmente y de cuándo nos sentimos seguros cómodos y  nosotros mismos en una relación sexual. Cuando legamos a conocer  y entender nuestra sexualidad singular, estamos en condiciones de disfrutar las relaciones sexuales con claridad, confianza y autoaceptacion.”

Bibliografía:
Conrad, S. y Milburn, M. (2002). Inteligencia Sexual. Buenos Aires: Planeta

Aprendizaje de la sexualidad en la pareja

Las preguntas relacionadas con la sexualidad, se convierten en una tematica muy amplia desde comportamientos sexuales de un miembro a infidelidades.

Es una pregunta amplia de contestar y tan corta en respuesta en ocasiones, en mi experiencia de terapeuta de parejas, es una temática lejana de abordar en los primeros momentos y sesiones. Sin embargo, es uno de los principales elementos por lo que se unen y separan parejas. Siendo de gran peso e importancia el sexo en la pareja o las relaciones sexuales en la pareja.
En el espacio de terapia de pareja se aborda la problemática, cuando encontramos que esta es de gran importancia para el funcionamiento de la misma.
En el proceso de la entrevista de pareja encontramos en ocasiones que el deseo se diluye o diluyo. Por alguno de los miembros cuando este se ha sentido usado y  libre de  gratificación sexual, en el proceso de llegar a un orgasmo tanto en hombres como mujeres, estando en muchas ocasiones supeditados a un rol de sumisión y silencio vs. El rol de dominador y que encuentra placer unidireccionalmente.
Típicamente, en el caso de los hombres, se centran en la penetración vaginal y autoestimulación propia, olvidándose de que en el sexo femenino el proceso del orgasmo es mucho más amplio y en ocasiones  necesita un mayor tiempo de estimulación erótica muy diferente al sexo masculino. Cada miembro de la pareja tiene tiempos únicos y diferentes.
En otros casos,  refieren algunos pacientes que han fingido un orgasmo para la complacencia del otro miembro.
La monotonía y ausencia de creatividad se pueden consolidar como la lluvia que apaga la llama de pasión en la pareja.
Lo que si puede llevar a una alteración del vínculo de la pareja es el seguir pautas orientativas libres del filtro profesional. Como las publicadas libremente en internet.
Son temas que no se aprenden en las escuelas y universidades, se tienen muchas posibilidades de exploración adicionales a cargo de la orientación de un profesional en el marco de la terapia de pareja. Un par de recomendaciones  que les brindo a las parejas que atiendo. El atreverse a explorar y ser creativos en la sesión de amatoria de pareja Y el experimentar todo lo que ambos consideren valido sin que impacten en su escala de valores.

La salud Sexual en la Pareja


“La salud sexual hace referencia  a la experiencia como proceso continuo de bienestar físico, psicológico y socio cultural relacionado con la sexualidad. No se trata solo de la ausencia de disfunción, enfermedad o discapacidad: la salud sexual se observa  en las expresiones libres y responsables que propinan un bienestar armónico personal y social.
La OMS define la salud sexual o sexualidad sana como:
La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y personal. La ausencia de temores,  de sentimientos de vergüenza, culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reactividad sexual o perturben las relaciones sexuales. Y la ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva.”

Desde este punto de partida podemos hablar de una salud sexual en la pareja, en el sentido de que si existe una salud sexual y de cómo esta influye o no para la unión de la pareja.
Podemos mencionar que es un pegamento muy fuerte la salud sexual de la pareja,  como manifestación de varios pacientes, en el sentido que  las diversas preferencias en el ámbito de la sexualidad facilita el encuentro como pareja con una sexualidad responsable y de disfrute. Donde la no compatibilidad de las costumbres para el disfrute puede  generar dificultades en algún momento.
Existen también creencias de frigidez  femenina o impotencia sexual masculina y muchas veces   no son reales (de base orgánica) si no son producto de relaciones sexuales insatisfactorias en la pareja que la van a perturbar en su desarrollo.  Encontrando un déficit en la comunicación y confianza para transmitir el deseo sexual o para la práctica por acuerdo mutuo la cual puede estar afectada por temores o mitos.

Dr.Juan Carlos Kusnetzoff en Soluciones para el buen sexo. Técnicas eficaces para problemas comunes.

¿Qué es necesario por parte del psicólogo que atiende en terapia familiar y de pareja: Auto-conocimiento o formación?

Minuchin menciona que los autores mantienen dos puntos de vista diferentes con relación a la formación del terapeuta familiar. Meyer Maskin, un supervisor analítico brillante y caustico del Instituto William Alanson White, solía contar a sus alumnos cómo en cierta ocasión, cuando deseaba construirse una casa de verano, le pidió a un arquitecto que le demostrara los planos de casas que había diseñado con anterioridad. Después de mirar su aspecto una vez terminadas. …“¿No deberíamos realizar una pausa para lograr un proceso analítico y riguroso cuando buscamos un analista? Dicho de otra manera, antes de  que iniciemos juntos el arduo periplo psicológico, ¿ No deberíamos observar de qué modo se ha construido su vida el potencial terapeuta? ¿En qué grado se entiende a sí mismo? ¿Qué clase de esposo/a es? Y lo que es más crucial, ¿cómo educa a sus hijos?
Otro observador igualmente crítico, el terapeuta Jay Haley, diferiría con el anterior punto de vista.

Haley afirma que conoce a muchos “buena gente” y padres modelos que son terapeutas mediocres o nefastos; él también conoce buenos terapeutas familiares cuyas vidas personales son un desastre. Ni las habilidades de la vida, ni el autoconocimiento alcanzado a través del psicoanálisis mejoran la capacidad del terapeuta para convertirse en clínico mejor.
La habilidad clínica, haría notar, requiere de un entrenamiento específico en el arte de la terapia: como planear, dirigir, reordenar las jerarquías. Eso solo se puede adquirir, defenderla, a través de la misma supervisión de la terapia. Según Haley, para conocer la calidad de un terapeuta familiar, se necesitaría entrevistar a sus pacientes.
En este caso nos encontramos en una encrucijada… ambos bandos difieren absolutamente y estamos de acuerdo con los dos (Minuchin).  … Este aspecto de la terapia requiere ciertamente de un autoconocimiento. Pero Haley también está en lo cierto cuando afirma que las respuestas terapéuticas no están guiadas por el autoconocimiento, sino por el conocimiento de los procesos de funcionamiento de la familia y de las intervenciones dirigidas hacia su cambio.
Para escapar de la paradoja, algunas escuelas de terapia familiar piden a sus alumnos que entren en psicoterapia durante su entrenamiento. De hecho, este es un requisito para licenciarse de algunos países europeos… Más recientemente, Harry Aponte y Mauricio Andolfi han desarrollado técnicas de supervisión que pretenden el autoconocimiento como terapeutas…


Minuchin, S., et al. (1998). El Arte de la terapia familiar. Buenos Aires: Paidos